Según
Tolomeo en el s. II d.C, (II,5.7) las
principales ciudades vettonas eran:
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Salmantia, identificada con
Salamanca
-
Capara, Ventas de Capara
-
Obila, Avila
-
Laconimurgi, Lacimurga, ¿Navalvillar
de Pela, Badajoz?
A
esta primera listas se pueden añadir otra serie de ciudades
que son mencionadas en otras fuentes:
La delimitación del territorio de los
vettones es muy complicada, especialmente con los carpetanos, porque no
existen límites precisos.
Existen muchas
contradicciones en las fuentes, Polibio, por ejemplo
afirma que Salmantia pertenecía a los vacceos
y Tolomeo afirmaba que era una ciudad vettona.
Aunque en
líneas generales, con una serie de matizaciones,
porque existen penetraciones de otros pueblos
asentamientos de difícil asignación, se puede afirmar
que limitaban:
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Raso de
Candeleda, vista aerea, Ávila |
En las sierras del
Sistema Central, Gredos, Peña de Francia y Sierra de Gata aparecen sus
núcleos de habitación. Sus asentamientos se extendieron por la
penillanura de estas sierras hacia el norte por los cursos del Tormes y
el Duero. La expansión hacia el sur los límites son mas complicados por
el mosaico étnico que se fragua en la zona del Tajo, aunque es posible
que habitaran la zona norte de la provincia de Cáceres, en especial la
sierra, dado que la llanura estaba ocupada por otros pueblos
ASPECTOS CULTURALES
Estas gentes se
identifican con la cultura conocida como Cogotas II también
conocida como los de los verracos, se ha consensuado que esta cultura se
desarrollaría desde el s. V a.C. y se establece como evolución de
la cultura de la Edad de Bronce denominada
Cogotas I sobre la que
influyen elementos externos relacionados con los movimientos
indoeuropeos del s. V a.C.
El sustrato de la zona respondía a una
economía pastoril trashumante que estaba en contacto con los
pelendones de la provincia de Soria. La transformación se asocia con
un mayor uso de útiles de hierro, la aparición de una nueva cerámica
de decoración a peine, influenciada por la zona de el Duero.
Otra se las innovaciones es la aparición de la cerámica a torno y el
cultivo de las gramíneas.
En un momento dado en esta zona los
castros a finales del s. V a.C. se fortifican, se construyen una
serie de defensas imponentes con paramentos internos y afianzadas
por barreras externas de piedras hincadas para evitar los ataques de
la caballería |
Urna procedente de la necrópolis de La Osera |
Esta repentina pasión
por la fortificación se ha explicado por la serie de movimientos
localizados en la zona del Ebro, dirección este-oeste protagonizados por
los celtíberos, el único inconveniente a esta tesis es el desfase
existente de unos ciento cincuenta años entre la expansión celtibera y
la fortificación de los vettones.
La cultura de Cogotas
IIa es tradicionalmente clasificada como la fase de transición entre la
I Edad de Hierro y la II que hasta hace poco tiempo mantenía la
cronología de Maluquer en torno al 500 a.C, momento inicial de
Sanchorreja II, asociada a la aparición de una nueva cerámica
realizada a peine y que Martin Valls data a mediado de siglo VI a.
C. ya que aparecen junto a fíbulas de puente filiforme.
El otro gran elemento de
la cultura vettona son una serie de representaciones zoomorfas realizadas en
piedra que se denominan genéricamente verracos, cuya cronología,
génesis, evolución y finalidad es controvertida.
Los verracos se hallan diseminados por
un área que se corresponde con los antiguos territorios de los
vettones, vacceos y carpetanos. |
Verraco con aspecto procedente de Ulaca.
Solosancho (Ávila).
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Aparecen en las actuales provincias de
Ávila, Segovia, Salamanca, Zamora, Cáceres y Toledo, llegando hasta las
comarcas portuguesas de Trás os Montes y Beira Alta.
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