ATENAS EN ÉPOCA DE PERICLES: EL PARTHENON

 

 

PROGRAMA ESCULTÓRICO

Los Mármoles del Partenón no pueden ser considerados como obras de arte independientes, sino como partes integrantes del edificio al que pertenecen.
Cada una de las esculturas fue, en mayor o menor medida, erigida como parte del monumento.

 En la mayoría de los casos, en las noventa y dos metopas y las ciento once losas del friso, los Mármoles desempeñaron un papel importante en el soporte de los techos del Partenón.

Solamente las treinta y siete figuras de los frontones se podrían considerar en cierto modo como esculturas separadas, pero incluso éstas se encontraban firmemente sujetas al edificio.

 

 

IR AL ÍNDICE

PRECEDENTES:

ARQUITECTURA

arquitectura gr. clásica

LA ATENAS DE PERICLES

GRECIA CLÁSICA

 

Plano de Atenas

(AMPLIAR)

 

Esculturas del Partenón (AMPLIAR)

 Programa Mitológico principal del templo:

Tan solo unas breves notas para comprender los principales temas que fueron utilizados en la decoración escultórica de este edificio:

  • Gigantomaquia (lucha entre los Gigantes y los Dioses). Lucha entre los Gigantes (hijos de Gea, quien los engendró con intención de que vengaran a los titanes, a quienes Zeus había encerrado en el Tártaro) y los dioses. Cuando nacieron, declararon la guerra a los dioses disparándoles como dardos árboles encendidos y enormes rocas. Fueron derrotados por los dioses que contaron con la ayuda de Heracles, hijo de Zeus. Algunos de ellos fueron enterrados vivos bajo el Etna o precipitados al Tátaro.

  • Amazonomaquia Las amazonas eran mujeres guerreras .Vivían en los confines del mundo conocido. Se supone que eran un resto de una sociedad matriarcal. No admitían hombres. Sólo se apareaban algún día al año, para asegurar su descendencia - sólo femenina; se deshacían de los niños. Puede ser interpretado como parábola de la invasión persa de Grecia.

  • La guerra de Troya o Iliupersis. Narrada por Homero en La Ilíada. Una gran coalición de estados griegos, encabezados por Agamenón, rey de la poderosa Micenas que da nombre a toda la Cultura Micénica, emprendieron una expedición para conquistar Troya, la poderosa y rica ciudad que guardaba el paso de los Dardanelos en la actual costa turca. La guerra duró 10 años y al final Troya fue conquistada, saqueada y destruida por estos reyes micénicos a los que Homero llama "aqueos". Homero describió Troya y describió a sus enemigos micénicos con toda precisión.

  • Pugna entre Atenea y Poseidón por el dominio del Ática (frontón occidental. del Partenón). Los dioses clásicos fundan lugares sacros y conceden a los hombres los bienes de la cultura y de la vida. Atenea plantó el olivo y Poseidón hirió con su tridente la roca de la Acrópolis, que alumbró agua salada. Dioses, héroes y divinidades fluviales asisten con gran expectación al certamen mítico de la fundación del Ática. Los dioses deliberan y eligen ganadora a Atenea

  • Poseidon. Dios del mar, hijo de Cronos y de Rea. Cuando dividió con sus hermanos la herencia paterna, le tocó el imperio de las aguas. Su madre le libró al nacer de ser devora­do por su padre, y entregó al niño a unos pastores, que le criaron como hijo suyo. Se casó con Anfitrite. Tenía su morada en lo más profundo del mar Egeo y viajaba en una carroza tirada por hipocampos. Luchó al lado de Zeus en la guerra contra los Titanes. Envió al Ática el terrible toro de Mara­tón y a Creta al que fue padre del Minotauro. Era igual a Zeus en digni­dad, aunque inferior en poder, y algu­nas veces conspiró contra el padre de los dioses. Los monstruos marinos le reconocían como rey, y el Océano abría para él todos sus caminos. Furio­so contra Laomedonte, intervino en la guerra de Troya a favor de los griegos, participando en muchas batallas y dan­do muerte él mismo a numerosos tro­yanos. Persiguió con su cólera a Ulises por haber herido a Polifemo. Habiendo predicho Zeus que tendría preeminen­cia en el Ática aquel dios que aportase el presente más útil para los hombres, Poseidón, de un golpe de su tridente contra la tierra, hizo surgir el caballo. Era representado en su carro y empu­ñando el tridente. Se le hacían sacrifi­cios de toros y de corderos. Tuvo gran número de amantes e hijos, y muchos héroes se enorgullecían de llevar su sangre.

  • Atenea Pártenos de Fidias. Hija de Zeus y de Metis. Según la tradición nació de la cabeza de su padre, adulta y armada del escudo y la lanza. Se la conocía también con el nombre de Palas Ate­nea. Igualaba en sabiduría a Zeus y sobrepujaba a los demás dioses. Se le atribuía la invención de las ciencias, del arte y de la agricultura, habiendo dado a los griegos el olivo y el arado. Presidía la autoridad de los estados y de las leyes. Los atenienses la conside­raban su protectora, y de su nombre deriva el de la ciudad, donde instituyó el Areópago o asamblea. Según la tra­dición, bajo el reinado de Creope, ella y Poseidón contendían por la posesión de Atenas. Los dioses prometieron que correspondería al que hiciese el don más útil a los hombres. Poseidón, de un golpe de su tridente hizo surgir un caballo y Atenea, un olivo, que los dioses decretaron como más útil a los hombres. En la guerra de Zeus contra los gigantes defendió a su padre lu­chando a su lado, y sepultó a uno de aquéllos, Encelade, bajo la isla de Sici­lia. Homero nos cuenta que participó en la guerra de Troya, protegiendo a los griegos. En muchos de los combates tutelaba a los héroes griegos, movién­dose alrededor de ellos para librarlos de las asechanzas del enemigo. Se la representaba, como una joven de majes­tuosa hermosura, armada de lanza y escudo, con la cabeza cubierta por un casco de alto penacho. Conservaba su virginidad celosamente, sin participar en los amores de los otros dioses. El adivino Tiresias fue cegado por haberla sorprendido bañándose. Rechazó las pretensiones de Hefesto, que la desea­ba. En Atenas se instauraron en su honor las fiestas Pantaneas, una de cuyas escenas puede verse en el friso del Partenón.

La decoración: los mármoles del Partenón

La supervisión artística general de la Acrópolis fue confiada a Fidias. La decoración escultórica de este edificio era una obra imposible para un solo artista, Fidias reunió a un grupo de escultores y renunció a una homogeneidad total. Este era uno de los templos mas abundantemente decorado. Sus acróteras eran de carácter vegetal.  Se crearon tres grupos de esculturas para adornarlo, a saber: las metopas, el friso y los frontispicios. Las metopas y el friso constituyeron una parte de la propia estructura del Partenón.

Esculturas del Partenón (AMPLIAR)

En cada extremo del templo se encontraban en el gran espacio triangular las estatuas del frontispicio en altorrelieve. Estas esculturas han sufrido tanto daño que en la actualidad sabemos lo que representaban solamente por los testimonios de Pausanias, que vivió alrededor del 140 d. C. De acuerdo con él, las esculturas en el frontón oriental representaban el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus, y las esculturas en el frontón occidental representaban la lucha entre Atenea y Poseidón por la tutela del Ática. Diecisiete estatuas del frontón, incluyendo una Cariátide y una columna del Erecteión, se encuentran en el Museo Británico.

En el interior del templo se encontraba la estatua de la diosa Atenea, la cual medía alrededor de 12 m de altura y estaba decorada con oro y marfil. Esta estatua fue dañada por el fuego alrededor del año 200 a.C. y se cree que fue reemplazada por una nueva estatua en el 165-160 d. C. Esta estatua no sobrevivió a la Antigüedad.

La equilibrada y vigorosa armonía del edificio, tiene sin embargo su más alta expresión en las esculturas que le adornan. La decoración escultórica, que se realizó entre los años 447 y 432 a.C., es la plasmación de un lenguaje formal homogéneo llamado posteriormente "estilo Partenón" y en el se que recoge la estética clásica, sin duda, atribuible a Fidias, amigo personal de Pericles, y a sus colaboradores. Buena parte de estas obras fueron realizadas por Fidias, sin que se sepa con exactitud cuáles, pues cuando fue procesado aún no estaba terminada. Se cree que sus colaboradores tuvieron que terminarlas apoyándose en modelos de arcilla o escayola que el artista habría hecho a modo de bocetos y que luego ellos esculpieron en mármol del Pentélico.

 

Las metopas y el friso

Las metopas eran esculturas individuales en altorrelieve. Existían 92 metopas, 32 en cada lado y 14 en cada extremo, cada una de las cuales estaba separada de las que se encontraba al lado por un simple adorno arquitectónico llamado triglifo. Las metopas estaban situadas alrededor del edificio, sobre la fila exterior de las columnas y representaban varias batallas míticas. En el lado norte encontramos escenas de la guerra de Troya, en el lado sur se mostraba una batalla entre los  griegos y los Centauros, en el lado oeste aparecen los Dioses Olímpicos luchando contra los Gigantes y en el lado este se representaba una batalla entre los Griegos y las Amazonas.

Centauro y lapita

De las 92 metopas originales, 39 se encuentran en Atenas y 15 en Londres. La metopas de los lados este, norte y oeste fueron deliberadamente cercenadas, o por cristianos o por los musulmanes.

La única metopa superviviente del lado norte fue respetada quizá por que tiene una apariencia cristiana, parece representar la anunciación, y se cree que las del lado sur fueron respetadas porque los animales mitológicos, como los centauros, a veces aparecían en la iconografía cristiana.

En cada una de las fachadas menores había catorce metopas y treinta y dos en cada uno de los lados, en total 92, todas ellas con altorrelieves; éstos muestran, en la parte este, la lucha de los dioses contra los gigantes y, en la parte oeste, la lucha de los griegos contra las amazonas; en el lado norte, las luchas contra Troya y, en el meridional, las luchas contra los centauros.

El friso tenía 160 m de largo y estaba situado sobre la línea interior de columnas. Se trataba de una escultura alargada continua en bajorrelieve, la cual representaba la procesión al templo durante el festival de las Panateneas. El friso se componía originalmente de 115 paneles, de los cuales aún existen 94, ya sea intacto o dañado. En Atenas se encuentran 36, en el Museo Británico 56 y en el Louvre, una.

En contraste con estas composiciones heroicas se desarrollaba bajo el gran pórtico un friso con una procesión en la que desfilaban todos los ciudadanos de Atenas, los cuales, representados en su diversas categorías acudían fielmente al santuario de la Acrópolis. Era una ceremonia cívica que en la celebración de las Panateneas congregaba cada año a todo el pueblo de Atenas (y con mayor solemnidad cada cuatro años) para llevar un nuevo manto a la diosa.

Detalle del de los jinetes,  friso del Partenon

 El antiguo ídolo de madera necesitaba que se le vistiera con un manto o peplo de lana tejido por las muchas vírgenes, panateneas, consagradas a la diosa; después la costumbre se transformó en tradición, cuya ceremonia consistía en que el sacerdote recibía el peplo a la puerta del Partenón y lo colgaba durante todo el año en la cella, junto a la estatua de la diosa.

El friso, que da la vuelta a todo el edificio, en un recorrido de 160 m. está grabado en un bajorrelieve con figuras de un tamaño mitad del natural que forman una comitiva formada por viejos con manto, largas filas de muchachas y matronas, jóvenes a caballo, sacerdotes y personajes de la aristocracia ateniense, todos encaminados hacia la fachada oriental, donde estaba la entrada. Naturalmente no faltan los doce dioses superiores, aquí deben destacarse Poseidón, Apolo, Artemisa, y todos los demás dioses que han descendido del Olimpo y están presentes y visibles en la solemnidad de la ofrenda del peplo, pero no parece que tomen parte en la procesión, son testigos fedatarios del acontecimiento que sentados están sumidos en sus conversaciones.

Detalle de la procesión, friso del Partenón

La novedad de este friso no está en haber incluido un tema de la vida civil en la decoración de un templo, sino más bien en el naturalismo con que está representado cada uno de los grupos humanos. Las esculturas del Partenón son, por muchos conceptos, el más alto resultado artístico que ha producido la Humanidad. Desde la antigüedad se ha alabado su perfección. Pericles las calificaba de "milagro sorprendente" y reprochaba a los atenienses que no supieran admirarlas. Plutarco, con sencillez estoica dijo de ellas: "Lo que hace más admirable aquellas obras es que se hayan ejecutado en tan corto tiempo para tan larga vida".

En la distribución de esta obra escultórica se deja ver el sentido espiritual de su concepción; está repartida en la fachada, metopas y frontones, y en el interior, aparte de la desaparecida colosal estatua criselefantina de la diosa Palas Atenea Parthenos, debajo del friso sin triglifos, corre un bajorrelieve continuo que representa la "Procesión de las Panateneas". El conjunto de esta decoración nos ha llegado muy mutilada como consecuencia de los avatares que este templo ha corrido en su historia. De los grupos escultóricos que decoraban los frontones, quedan tan sólo una cuantas estatuas, cuya disposición es conocida gracias los apuntes que en directo tomó el pintor francés Carrev que acompañaba, en 1674, a un embajador de Luis XIV en Constantinopla.

ANTERIOR    

CONTINUAR

 

SALIR

Nedstat Basic - Free web site statistics

 

© dearqueologia.com. All Rights Reserved