TARQUINO EL SOBERBIO: EL FIN DE LA MONARQUÍA ROMANA
Tarquino el Soberbio (534-510 a.C.), es considerado último rey de Roma. Los datos atribuidos a su reinado son polémicos, pero tres no suelen ser refutados: la reforma del calendario, la dedicación de un templo a Júpiter en el Capitolino y la caída de la Monarquía. Pero, curiosamente los tres hechos corresponden al mismo año, el 509 a.C.
Según la tradición, tras una revuelta de la nobleza al sentirse ultrajada por el rapto de Lucrecia por Sexto, hijo del rey, Tarquino y su familia fueron expulsados y tuvieron que refugiarse en el palacio de Aristodemo de Cumas, que acogería a Tarquino hasta su muerte, Sexto, el hijo del rey, huyó a Gabbi, donde murió. Lucrecia, era una patricia romana que según la leyenda popular , fue ultrajada por Sexto , hijo de Tarquinio el soberbio , ultimo rey de Roma . se quito la vida luego de contar públicamente la violación de que fue victima (Tito Livio , I,57-58; Valerio Maximo ,VI, I 1; Boccaccio ,oc;,XLVI).
Una de las leyendas relacionadas con Tarquino el Soberbio nos habla de los libros Sibilinos custodiados por los duoviri sacris faciundis. Los Libri Fatales, eran importantísimos en la religión romana. Según la tradición, estos libros contenían las profecías de las Sibilas, y constituyen una curiosa excepción en una religión que desconfía sistemáticamente de la “revelación” y que es sumamente hostil a las profecías.
Se colocaron los oráculos en un cofre de piedra y se situaron en un subterráneo del templo de Júpiter capitolino. Para su custodia se crearon los duoviri sacris faciundis. En el 367 a.C. se amplió el número de miembros a diez (decemviri), constituyéndose plenamente como colegio, y Sila amplió su número a quince (quindecenviri). En el año 85 a.C., la colección se quemó durante el incendio del Capitolio, y se decretó enviar legaciones a diversos puntos de Italia, Gracia y Asia Menor en busca de profecías sibilinas para reestablecer el texto fatalis. Tras una investigación, se constituyó una serie de libros que Augusto depositó en el templo de Apolo palatino. Se consideraba que estos libros contenían los secretos mediante los que el poderío romano podría extenderse y mantenerse. Pero su consulta no era libre ni dependía de la voluntad o los intereses de los decenviros: sólo podían ser consultados para la expiación de los prodigios, y proporcionaban a Roma eficaces rituales contra las consecuencias de fenómenos anormales o terribles (procuratio prodigiorum). En situaciones de este tipo, el Senado ordenaba la consulta de los Libros al colegio decenviral –que sólo en ese caso podía consultarlos: el examen de esos libros por razones privadas o intereses particulares estaba totalmente prohibida y podía acarrear serias consecuencias al sacerdote que lo realizara-. Los decenviros buscaban la respuesta en los Libros y se la comunicaban al Senado, que se ocupaba de ponerla en práctica. Estos libros se consultaba como sucedió en:
En el 217 a.C., tras la batalla de Trasímeno, una de las derrotas más duras y vergonzosas jamás sufridas por el pueblo romano, Aníbal parecía acercarse a las puertas de Roma. Se empezaron a tomar diversas medidas tácticas, políticas y religiosascomo la consulta de los Libros Sibilinos para buscar la forma de alejar la catástrofe que se cernía sobre la ciudad: Los Libros Sibilinos recomiendan la instauratio de integro et amplius de un voto a Marte, la consagración de unos Juegos públicos a Júpiter; la dedicación de un templo a Venus Ericina y otro a Mens; la celebración de una supplicatio y de un lectistenium . pueblo. En el año 205 a.C., durante la Segunda Guerra Púnica, frecuentes lluvias de piedras se sucedían sobre la ciudad. Ante estos prodigia, los decemviri sacris faciundis consultaron los Libros Sibilinos Otra de las historias que se identifican con el reinado de Tarquino es la Historia de Lucio Bruto.
La monarquía desapareció después de una cadena de acontecimientos que comenzaron cuando Sex. Tarquinius violó a esposa de Collatinus, Lucrecia.
La tradición sitúa el establecimiento de la República entre los años 509-510 a.C. Así comienza otra etapa fundamental de la historia de Roma que dura dos siglos y medio, en la cual Roma se prepara para dominar la península itálica, después el Mediterráneo para acabar dominando en el Imperio casi todo el mundo hasta el entonces conocido. |