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Los primeros tres monarcas de Roma se caracterizan por tener connotaciones religiosas. Numa Pompilio, Tulo Hostilio y Anco Marcio fueron elegidos mediante los auspicia. Los jefes de las gens, reunidos en un consejo elegían al rey, y estos jefes gobernaban en el interregnum, periodo de tiempo que se establece entre dos reyes. Prueba de su carácter sacral es la recepción de los auspicia, que nombra al rey como el único interprete de la voluntad de Júpiter.
Tulio Hostilio sucedió a Numa, este rey era un guerrero, famoso por su crueldad, en lucha permanente con Alba Longa. La lucha fue larga y violenta como corresponde a dos vecinos. Como el conflicto se hacía eterno se llegó a una solución de compromiso. Un duelo entre tres jóvenes albanos y tres jóvenes romanos.
Pero los albaneses no se sentían muy comprometidos, en una batalla, el rey albanés mantuvo todo el tiempo a su ejercito a la espera, cuando finalmente vio que los romanos iban a resultar vencedores les dio la orden de avanzar hacia el enemigo. Tulo irritado mando atar al rey albanés de manos y pies a dos carros en direcciones opuestas, que destrozaron su cuerpo. Los romanos invadieron Alba y esclavizaron a sus habitantes, según la leyenda Tulo muere aniquilado por un rayo.
Durante estos primeros momentos se formo el primer Senado, según la leyenda creado por Rómulo que eligió a los patres que los formaron. Se dividió Roma en tres tribus: Ramnes, Tities y Luceres. Cada una de estas tribus fueron divididas en diez unidades que se denominan curias. Las curias tenían carácter local, pero sus miembros estaban unidos por lazos de parentesco. La monarquía en Roma no era hereditaria, cuando el rey fallecía sus funciones eran asumidas por los senadores que se turnaban en el cargo durante un periodo de cinco días, con el título de interrex. Se elegía el sucesor, según afirma Tito Livio el procedimiento normal era por augures, que pedían a los dioses que dieran su aprobación al elegido mediante signos (auspices), Se confirmaba la legitimidad en los comitia curiata. El rey tenía una serie de funciones de carácter militar, político, judicial y religioso estas funciones constituyen, en parte, el concepto de imperium, y poseía también auctoritas, una especie de prestigio religioso que ejercía a la hora de aprobar los acuerdos de los comitia curiata. Los patres, que formaban el Senado, representaban a la gens, al grupo familiar, a una asociación vinculada por parentesco que descendían de un linaje común (ver concepto de tribu y onomástica romana). En este momento la unidad básica era la familia que englobaba a los componentes de la vivienda, las personas y las propiedades y estaban bajo el control del paterfamilias, que poseía un poder ilimitado sobre los miembros de la familia, patria potestas, un poder sobre la vida y la muerte de hijos, clientes y esclavos |