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Los Misterios de Eleusis |
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En el santuario de Eleusis se realizaba la representación de un drama sagrado en que tanto los iniciados como los oficiantes tenían un papel que desempeñar, hasta que acababan por experimentar como actores lo inefable; la totalidad de sus sentidos y emociones se veía sacudida por lo que de allí en adelante sería por siempre lo inexpresable
Según el profesor Bernabé existen unos rasgos generales que aparecen en estas celebraciones, entre los que destacan:
Los componentes básicos de los rituales son
tres:
El segundo de los tópicos es su origen oriental, aunque definir oriental es un tanto complicado dado que va desde el mundo egipcio, culto de Isis, pasando por el culto de Mitra ola Magna Martre frigia, origen indoario para terminar en el cristianismo, de la zona sirio-palestina. Oriente es la cultura egipcia, la mesopotámica, la persa, o la hitita la realidad es que los misterios, como tales, son más antiguos que la entrada de cultos como la Magna Mater o Mitra. No olvidemos que gran parte de la mitología griega bebe en fuentes de las anteriores culturas mencionadas. Una de las fuentes esenciales para describir lo que ocurría en Eleusis, es la versión detallada que ofrece Pausanias, que como gran viajero de la Grecia Clásica da pelos y señales de todo lo que veía a modo de comentarista social de la época. Aunque, como buen escritor de misterio, y buscando impacto, dice que no puede describir los elementos que componen el misterio, porque en un sueño se le había prohibido, da las pistas suficientes, para que sus avezados lectores puedan leer entre líneas, y a sus entreveladas descripciones debemos añadir tu trocito de tal autor, un pedacito de vaso griego u, fragmento de relieve y agitamos la coctelera con un poco de estudio de historiadores, filólogos y teólogos y descubriremos, que aunque no se conoce todo a ciencia cierta y tenemos muchas lagunas ignoramos menos de lo que creemos del santuario, sus ritos, su administración y su modo de vida.
La fuente más importante es el llamado Himno homérico a Deméter, que no tiene de homérico más que el nombre y el hecho de estar escrito en el mismo tipo de métrica y lengua de los poemas homéricos. Es una obra muy antigua, tal vez del s. VII a. C., aunque no es el mito que se recitaba en el interior del santuario (porque se decía que era secreto). En el se narra cómo Perséfone se convierte en señora de los infiernos. De acuerdo con un plan trazado por Zeus, mientras Perséfone juega con otras muchachas a orillas del Océano, la tierra se abre y Hades la rapta para llevársela con él. Deméter, cuando advierte que su hija ha desaparecido, la busca incansablemente de día y de noche, con antorchas, sin encontrarla. Por fin el Sol, testigo de excepción de cuanto ocurre sobre la tierra, la informa de lo sucedido. Deméter entonces se irrita, abandona el Olimpo y marcha a Eleusis disfrazada de vieja y allí es aceptada en casa de Céleo como nodriza de un hijo recién nacido, Demofonte. En la casa, una criada llamada Yambe consigue con sus gestos alegrar momentáneamente a Deméter y logra que acepte beber una bebida llamada Ciceó, compuesta de agua, harina de cebada y poleo. Deméter cría al niño Demofonte de una forma peculiar, le da néctar y ambrosía y por la noche lo pone al fuego para quemar su parte mortal. El propósito es convertirlo en dios. Pero su madre la espía y al ver cómo mete al niño en el fuego, grita, angustiada. Deméter deja al niño y renuncia a convertirlo en dios (en la versión más antigua, lo deja que se queme). Pide entonces a los humanos que se le erija un templo y confiere una peculiar dignidad a Demofonte.
Una vez construido el templo, Deméter se
refugia en él, irritada, y deja de propiciar que crezca la vegetación, lo
que rompe completamente el orden de las cosas. Los hombres mueren de
hambre y los dioses no reciben ofrendas. Zeus se decide a ensayar una
conciliación. Por fin, se llega a un acuerdo. Perséfone volverá una parte
del año con su madre, pero pasará otra con su marido, Hades, en los
infiernos. Y es por eso por lo que, año tras año, cuando Perséfone
regresa, Deméter vuelve a cubrir la tierra de flores y frutos. Una vez
conseguida la reconciliación, Deméter instaura los misterios y vuelve al
Olimpo
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