Micenas, definida por Homero como
"la rica en oro", es la última de las grandes ciudades de la
Argólida que fue fundada, en sus mitos se mezclan una serie de
leyendas que entroncan con el mundo mítico esencial de la Grecia
Clásica, Heracles, Aquiles, Perseo, Agamaneon... los grandes
protagonistas del ciclo de Troya están íntimamente relacionados
con Micenas, la más poderosa de las ciudades argivas, al la vez
de ser la mas desgraciada.
Micenas tenía elevadas
murallas y un gran palacio donde se reunían en banquetes
sin fin los reyes aqueos, desde el mito, mediante los
vestigios arqueológicos iremos describiendo su realidad.
Comenzando por la ciudad alta, porque el primer
punto que distingue el mundo micénico del minoico es una
serie de medidas defensivas que se materializan en
ciudadelas rodeadas por murallas, cuyo aparejo ciclópeo
es una de sus características principales |

Aparejo
ciclópeo, Puerta de los Leones; Micenas |
Las fortificaciones micénicas van
construyendo los lienzos de sus murallas utilizando las
contornos topográficos para potenciar la elevación de sus
defensas creando un obstáculo genial para los asaltantes. Las
paredes se tallan en la roca madre y desde allí se elevan
mediante grandes bloques de piedra tallados, que debido a sus
dimensiones se denominan ciclópeos.
Las fortificaciones
Micenas
construyó sus defensas en dos fases:

Detalle
del los muros de la I Fase, Micenas |
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Durante el siglo
XIII a.C., se amplió el recinto amurallado,
incluyendo un grupo de enterramientos en fosa que
conocemos como círculo A. La ampliación,
posiblemente ante un peligro exterior, perfeccionó
el sistema de lienzos, puertas y protección de
suministros de agua.
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La
fortificación de esta segunda etapa ve la llegada de un nuevo
sistema constructivo, que impresiona al observador.
Aparecen grandes bloques de aparejo poligonal, que alcanzan
varias toneladas de peso y unidos a hueso. L uso del gran
aparejo era más económico y ofrecía una mayor solidez. Era más
fácil desplazar grandes pesos mediante rodillos, trineos y otros
métodos de transporte alternativo que elevar bloques
paralelepípedos, perfectamente tallados para configurar una
serie de hileras regulares.
La muralla de
Micenas rodea una acrópolis de 300 m por 200 m de
extensión. Cimbrea una ladera abrupta, principalmente por el
lado oriental, donde se configura un barranco escarpado: esta
estructura amurallada es el comienzo de la poliorcética clásica.
Ascendiendo por el camino de la pendiente abrupta, camino
tallado en la roca, nos acercamos al acceso principal de la
ciudad, que desemboca en una rampa y en la puerta que permitía
el acceso de caballos y carros: nos encontramos entonces ante la
Puerta de los Leones, esta puerta esta precedida por un bastión
que permitía proteger a los defensores del tiro cruzado de
los enemigos que presentaban su flanco desprotegido, el derecho.
La Puerta de los
Leones
Esta entrada
de Micenas es una estructura fantástica. Los bloques poligonales
que caracterizan la muralla han sido sustituidos por un aparejo
regular y colosal. El vano de la puerta es trapezoidal,
compuesto formado por un trilito enorme y un dintel que al
menos pesa unas veinte toneladas suspendido encima
de los marcos de la puerta.
Sobre el dintel se
colocó un arco de descarga formado por cuatro grandes bloques en forma
de hilada horizontal a cada lado. Estos bloques son forman un voladizo.
Sobresalen de los demás formando una vano triangular.Los artesanos micénicos
fueron rebajando cuidadosamente el perfil del arco, encajando un
tímpano triangular de un solo bloque de roca caliza que esculpieron con
delicadeza. Los dos leones enfrentados que se encuentran en este tímpano
dieron ligar al nombre por la que es conocida la puerta. El vano de la
puerta era de unos tres metros por tres metros, prácticamente cuadrado,
donde se encajaba una puerta, de madera con toda probabilidad, con
doble batiente, quizá, con refuerzos de bronce. La puerta era asegurada por
una serie de barras de refuerzo, en la cara interior de los marcos se
observa los agujeros realizados para estas barras. |

Vista
frontal de la Puerta de los Leones, Micenas |
La puerta
norte de menores dimensiones pero de corte semejante se abre en
el lienzo septentrional, al oeste de la fuente subterránea. Los
refuerzos realizados ante esta hipotética situación de peligro
no olvidaron la protección del suministro de agua, ante un
prolongado asedio. Esta cisterna es una de las obras de
ingeniería mas espectacular del mundo micénico, se surtía de un
manantial situado a unos 500 m. Los arquitectos micénicos
diseñaron una vía subterránea, tallada en la roca, que permitía
el acceso a una fuente subterránea, que garantizaba el
suministro ininterrumpido de agua. Para permitir el acceso a
esta cisterna se amplió la zona occidental de la muralla
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