CABEZAS DE MAZA

¿QUÉ
ES UNA CABEZA DE MAZA?
Las denominadas cabezas de maza son una de
las armas más comunes del Predinástico de Egipto, su maduración y
los avances tecnológicos que se aplicaron a su construcción se
desarrollaron en paralelo con la evolución de cultura egipcia, hasta
transformarse en un elemento característico de la realiza, asociado a la
dignidad real y a la derrota de los enemigos.
Una maza es una arma portátil
básica, a medio camino entre una porra y un martillo. La maza
está compuesta por una cabeza de piedra con formas variadas,
aunque existen ejemplos de metal. La pieza que constituía la
cabeza de la maza estaba perforada en vertical, y se
sujetaba a un fuerte mango de madera mediante una correa de
cuero se ataba firmemente y a la mitad, para una mejor sujeción,
se realizaba un nudo corredizo.
Las cabezas de maza son un arma
muy recurrente en los primeros momentos de la guerra en la
antigüedad. En unos emergentes ejércitos el armamento se adapto
como en todos los tiempos a las tácticas de ataque y combate.
Obviamente el origen de esta pieza es causa de discusión entre
las dos tendencias que pugnan por determinar el origen de la
cultura egipcia.
La cabeza de maza era un arma muy
utilizada en Próximo Oriente, y aquellos investigadores que se
inclinaban por las teorías de invasión y aculturación vieron en
este arma una posible introducción de un elemento que inclinaría
la balanza para su tesis. En contra de la teoría oriental se
argumento la existencia de estas mazas en el norte de África,
probando la procedencia local. |

Cabeza de maza,
predinástico, Marinde,
5300 BC–5100
a.C. |
Hemos definido dos elementos
fundamentales: la cabeza y el mango
La cabeza se tallaba en diferentes
materiales según su funcionalidad, no era lo mismo una maza ceremonial
que una maza destinada a formar parte de la panoplia de un soldado. Se
utilizaron piedras duras para las armas tales como: el pórfido, la diorita,
el granito, o el lapislázuli, material tan escaso en Egipto que
apostaríamos por la función ceremonial, también se usaron piedras mas
blandas como la caliza, el alabastro, o la serpentinita y
las mazas realizadas en marfil o cerámica no debieron ser usadas para
el combate efectivo, quizá fueran símbolos de prestigio o parte de una
panoplia de parada

Cabeza de maza, Hacinebi, periodo Uruk con paralelos en Habuba
Kabira y
Tell Sheikh Hassan, Anthropology
Department, Northwestern University |
Una cuestión mas espinosa la
proporcionan los mangos, dada su inexistencia en el registro
arqueológico y su desconocimiento, excepto por las representaciones
iconográficas. El material debería ser resistente y flexible;
no podía ser demasiado rígido porque se fracturaría al dar un golpe
seco. Petrie en una de sus reconstrucciones propuso
tiras enrolladas de cuero trabajado de hipopótamo que formarían una
especie de bastón en el
que se encajaría la cabeza, sujeta con una tira final por el
exterior, en los ejemplos conservados, la mayoría votivos, se unían con
colas o resinas.
Muchas de las cabezas de maza fueron
elementos de ajuares funerarios o parte de ofrendas en templos, no
se han encontrado mazas que se puedan considerar como armas
propiamente dicha, en consecuencia no se han encontrado los mangos,
y los pocos indicios que se han conservado no identifican la pieza
con un arma de combate. |
Como hemos comentado muchas de estas mazas
fueron utilizadas como ajuar funerario, incluso eran el único elemento
que aparecía en algunos enterramientos. Se ha explicado esta ofrenda
dentro de una creencia que asociaba al espíritu con la necesidad de
poseer un arma para algún enfrentamiento en el más allá, obviamente es
una hipótesis difícil de comprobar por la inexistencia de fuentes
escritas para los enterramientos predinásticos. Las mazas aparecen cerca
del cadáver, bien junto a la cabeza o detrás de ella y e muy raras
ocasiones bajo el cuerpo del difunto. Suelen estar asociadas a
enterramientos masculinos, pero también aparecen en algunos
enterramientos femeninos y de niños, la vinculación con el sexo, edad
oposición social de difunto no está clara, no existe una extrapolación
estadística y un estudio serio sobre esta circunstancia
EVOLUCIÓN DE LAS
CABEZAS DE MAZA:
Las primeras mazas proceden de las
culturas prehistóricas, algunas de ellas de los enterramientos de
Merinde, las mas conocidas
se adentran en los horizontes culturales de las fases Nagada:
En
Naqada I, las mazas se utilizaban como armas y,
por tanto, se fabricaron en piedras duras, y no presentaban los
programas iconográficos que veremos después. Su cabeza, en
general, era cónica. Existen algunas cabezas de maza
realizadas en materiales blandos asociadas a ofrendas
funerarias Al final de periodo aparecen otras formas como las
cónico-piriformes y
las bicónicas.
Durante la fase
Nagada IIA
aparece un tipo nuevo de cabeza de maza, piriforme, según la
opinión de varios especialistas supone un cambio en la táctica
militar del momento, dado que este arma pasa de ser ofensiva a
defensiva. Las mazas comienzan a desaparecer de loe ajuares
funerarios, para encontrarse en ciertos enterramientos
identificados con un cierto estatus social. |

Cabeza de maza,
predinástico, Marinde,
5300 BC–5100
a.C. |
Aparecen ya como un elemento de prestigio
en esto momentos de maduración de la complejidad social y positivación
del poder, como nota las mazas piriformes no aparecen en los enterramientos
fracturadas en un acto ritual, en contra de lo normal en otros
rituales se cambió la su papel ya no tenían que ser
destruidas simbólicamente para cumplir su papel.

Fragmento de
cabeza de maza procedente de Hierakonpolis, B. Adams, 1975 |
Durante la fase
Nagada III,
no variaron las formas, que estaban definidas con anterioridad,
pero su función se clarifico dando un giro drástico.
-
Desaparecen de los ajuares
funerarios
-
Se convirtieron en símbolo de poder
y, se configuró como un elemento asociado al poder: líderes de las tribus
o aldeas y a los
primeros monarcas. Muchas de sus tumbas fueron violadas lo que
explicaría la ausencia de estas armas de los ajuares
funerarios del Alto Egipto, aunque abundan en el Delta.
A partir de este momento nos
encontramos con la maza como símbolo iconográfico de la
monarquía egipcia, perfectamente utilizado ya en la etapa tinita
como elemento de estatus, algunas encontradas en el templo
de Horus en Hierakompolis y en algunas tumbas reales de Abydos |
PRINCIPALES TIPOS DE
CABEZAS DE MAZA
Se pueden definir dos tipos de cabezas de
maza esenciales, con sus diferentes subtipos y formas:
Forma cónica:
Se trata del tipo más abundante del
predinástico, en los momentos iniciales de la investigación fueron
llamadas discoides, sin embargo esta denominación no
amparaba a todos los subtipos conocidos. Los tipos de cabeza de
mazas se dividieron en función de la forma de la superficie superior de la cabeza,
que condiciona su relación con el resto del cuerpo, pueden distinguirse tres
formas: convexa, plana o cóncava.
Las formas convexas, posiblemente
una de las mas antiguas se han identificado como procedentes del Alto
Egipto y, posiblemente, de Sudán. Existen ejemplos en yacimientos de el Fayum y Maadi,
las mazas más
antiguas encontradas en Egipto
Las cabezas planas son las de forma cónica más
evidente, la
superficie superior es plana y las paredes laterales son rectas o, en
ocasiones, levemente
convexas. Muchas están fabricadas con piedras duras,
por lo que se intuye que pudieron ser armas efectivas, y aparecen otras en materias más blandas,
no aptas para el combate, con líneas y
manchas de color que imitan las vetas naturales de la piedra.
Las cabezas cóncavas presentan la superficie cóncava
que fuerza unas paredes laterales de perfil en S, en la zona central cóncavo
y con extremos sutilmente convexos, el resultado de esta forma
es una arista muy fina y, en consecuencia, frágil, por lo que se
opina que, a pesar de estar fabricadas, en algunas ocasiones,
con materiales duros no fuera efectivas para la lucha.
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Tipología de
las cabezas de mazas
(AMPLIAR
IMAGEN) |
Forma piriforme
Es una de las formas más frecuentes
del predinástico, paralela a las
cónicas y cónico-piriformes y a principios de la fase Nagada II y se convierte en
una
forma casi exclusiva durante lo que resta de historia egipcia. En general
su cabeza es de paredes convexas cuyo diámetro máximo se encuentra en el tercio superior del cuerpo
y presenta formas
muy variadas, desde la piriformes muy alargadas hasta esféricas
achatada. En el periodo tinita se produce una tendencia evolutiva hacia una decoración,
que sólo aparece
en la necrópolis real de Abidos, a base de acanaladuras verticales
por toda su superficie, las más sencillas, sin ornamentación, tienen un
perfil más esbelto, con un diámetro menor que la altura y una
superficie superior muy convexa. |