Hattusas: la capital de
los hititas.

La capital del Imperio Hitita,
estaba situada en los terrenos donde se encuentra la actual aldea de Boghazköy. En el centro
del núcleo
de la península de Anatolia.
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Gozaba de una situación
estratégica única (mapa1).
Sus fortificaciones estaban potenciadas por una serie de defensas naturales, que hacia el
Sur la separaban de la llanura de Capadocia y de la cordillera del
Tauro.
Este emplazamiento hacía que dominara y controlara la
totalidad del terreno circundante.
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El medio de comunicación entre la capital y los demás puntos del país era,
como hoy, el carro de dos ruedas, tirado por bueyes, denominado por los
turcos "kagni"..
Historia de la investigación.
A comienzos del siglo XIX se desconocía
la existencia del Imperio Hitita. Las noticias que llegaban de la zona
procedían de investigadores aficionados y de enciclopedistas de bolsillo.
Tras un siglo de este tipo de estudios comenzó la era de investigaciones
científicas aplicadas al ámbito de Anatolia.
El pionero francés Ernest Chantre, excavó en la aldea de Boghazköy
entre 1.893-94, a él le sucedieron en 1.906 H. Grothe y H. Winckler.
Antes de el
descubrimiento de más de 2.500 tablillas se intuía que se trataba de una
importante ciudad, su archivo lo confirmó. Tras las tablillas aparecieron
los templos, las puertas monumentales, los edificios palaciegos y otras
estructuras. Las excavaciones continuaron en 1.931, bajo la
dirección de el Instituto
Arqueológico Alemán, encabezadas por Kurt Bittel, a partir de éste
momento la investigación comienza a ser sistemática, después de 1.952
las campañas son anuales.
Cronología
La ciudad debió ocupar un área muy extensa en el momento de máximo
apogeo. Se desarrolló a partir de una serie de pequeños asentamientos
que nacieron en el Bronce Antiguo (aprox. 2000 a.C.). Hacia el 1800 a.C. se instaló un "karu" que fue destruido por Anitta
de Kussara y la ciudad se convirtió en hitita más o menos a partir del
1.700 a.C., fue la capital del reino Hitita durante bastantes siglos,
desde que el rey Hattusili I centró su administración en ella,
sufrió
varios ataques y destrucciones, siendo los daños más importantes
causados por los Gasgha. Su complejo sistema defensivo no pudo resistir
los ataques del s. XII a.C., aunque los autores de la ultima destrucción
debieron ser nómadas de origen tracio.
Un paseo por la ciudad.
La persona que se acercara a la Hattusas del s. XIII a.C., capital del
Imperio Hitita, entraría por su acceso más fácil. Actualmente el territorio está desprovisto de vegetación, posiblemente nuestro viajero vería
bosques, testificados por documentos hititas, a la salida del bosque, se
encontraría con una gran explanada ( porque ningún caudillo militar
permitiría tener un bosque que tapara a un posible enemigo, no nos
olvidemos que estamos ante una ciudad de carácter defensivo).
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Vista del emplazamiento de Hattusas |
Como afirma uno de los textos de
ceremoniales encontrados en su archivo observaría una procesión:
"las mujeres iban delante, como también los bailarines, y las
meretrices del templo, portando antorchas encendidas... .... y el dios va
detrás, y lo conducían hacia el bosque" Una de las características
del pueblo hitita era la religiosidad y la superstición.
A vista de pájaro, nuestro visitante observaría una alta meseta que
dominaba el espacio que incluye una alta colina donde se asienta la
fortaleza de Buyyucale, que alcanzaba una longitud de unos 6 km. La
ciudad tiene una gran extensión, desplegándose por un valle entre
colinas.
En la zona norte está en antiguo
karu,
destruido por Annita de Kussara (± 1.700 a.C), sobre el cual se edifica
el Templo I dedicado al Dios de la Tormenta. Existe un doble encintado de
murallas. En el complejo existen una serie de fortalezas, al sur Nisantepe,
al oeste , frente a la puerta de los leones se encuentra la fortaleza de
Yecinikale, y existen otras fortalezas que rodean la ciudadela, y cuyo
función era la defensa del recinto central.
Los macizos muros de una torre que dominaba el espacio, nos adentran en la
"acrópolis" de Hattusas.

Hattusas desde el Büyükale |
Büyükale.
Un pasillo amurallado de unos seis kilómetros y un tramo de muralla que
salva un precipicio de ocho metros de altura. Frente a las fortificaciones
existía una depresión natural del terreno que había sido aún más
profundizada por los hititas, los cuales con la tierra sobrante elevaron
la altura del terraplén en el que se cimentaron las murallas.
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La
cima de la colina es de forma trapezoidal, y sus edificios se levantaron a
lo largo de época hitita. Manteniendo la irregularidad característica de
los urbanistas hititas, se rellenó la cima de edificios, y se utilizaron
terrazas para ganar espacio.
Murallas.
Las murallas de 6 km.
de longitud y en algunos puntos de 8 m de espesor, que atraviesa colinas
en su perímetro y depresiones que fueron rellenadas con las tierras de las
terrazas.
La muralla se asentaba sólidamente en hiladas de piedra de gran
tamaño, muchas de ellas trabajadas hasta quedar en bloques lisos que
ajustaban perfectamente sin necesidad de argamasa. Los alzados de la
muralla eran de adobe tanto la muralla como las torres presentan
terminados almenados como se puede ver por algunos vasos rituales.
La
poliorcética posterior
demuestra lo práctico de resulta el uso del adobe a la hora de la absorción
de golpes y rápida reconstrucción. Los muros están dotados de paseos de
ronda, adaptados a la topografía del terreno. tendencia a ser redondeados
y protegidos los ángulos muertos por torres, en zonas de fácil acceso se
levantas pamparts, precedidos de fosos. |

Paramento de muralla (Hattusas, Puerta del León) |
Puertas.
Las puertas, son parte del ingenioso sistema de defensa hitita. por
ejemplo la llamada Puerta Real, que tiene forma ojival, se decoraba hacia
el interior con un dios musculoso, que portaba un hacha ritual.

Hattusas, Puerta Real o del el Rey |
La Puerta Real tenía dos puertas dobles, macizas, posiblemente hechas
de madera, revestidas de bronce y sujetas con clavos de cobre. Las
puertas se cerraban por dentro, dejando un vestíbulo en el centro.
La guardia después de cerrar posiblemente ascendida a la murallas por
unos escalones. Las puertas estaban franqueadas por unas torres, con
huecos interiores, rellenos de cascotes a guisa de refuerzo.
Generalmente las torres estaban asentadas en profundos cimientos y su
altura quedaba limitada por la parte superior de la muralla de la
ciudad. |
Poternas.
El sistema defensivo de las fortalezas
hititas se completa con una serie de poternas de piedra que determinan una
serie de túneles construidos a base de falsa bóveda, la funcionalidad de
estos pasillos subterráneos era permitir la salida al exterior de la
tropa, para sorprender a un posible sitiador. Suelen tener unos 70 m. de
longitud, inclinadas hacia el exterior atravesando el recinto amurallado
por debajo de las torres hasta salir fuera de las líneas fortificadas. Se
construían en los puntos bajos o vulnerables de la ciudad, donde la
tierra había sido amontonada para hacer las defensas más altas y
profundas. Los hititas no disimulaban la existencia de estas
construcciones, cuyas entradas angostas podían defenderse con pocos
hombres.
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