Aproximación al marco geográfico de Anatolia

 

El primer paso para iniciar nuestra aproximación al mundo hitita es dotarles de un espacio físico. La zona nuclear del imperio hitita, donde se aglutinan sus centros de poder estaba encuadrada en la actual Península de Anatolia, una llanura semiárida compuesta de depósitos terciarios con numerosos lagos salados, como en Tuz Golü .

El núcleo del imperio hitita estaba bordeado al norte y sur por dos cadenas montañosas. Al norte y a lo largo de la costa del Mar Negro, se extiende el denominado Arco Póntico (3.700 m.), formado en su sector occidental por alineaciones montañosas de baja altitud, atravesadas longitudinalmente por llanuras que en su aproximación a la frontera de la antigua URSS, forma una barrera infranqueable de 4000 m. de altura, aislando el territorio armenio, cuya máxima altitud es el monte Ararat. Al sur se extiende la segunda formación montañosa, más compleja, se trata de los Montes Taurus (3.585 m.), cuya parte central se levanta sobre Cilicia, hasta el golfo de Alexandretta (Iskenderum), donde se inicia el Antetaurus, que se transforma en el Taurus Oriental, hasta el Kurdistan donde le frenan Los Zagros. Ambas cadenas montañosas delimitan la meseta de Anatolia, dotándola de aislamiento climático de características continentales, fríos inviernos y calurosos veranos, con lluvias en primavera y verano, que aumentan en importancia según nos aproximamos hacia oriente.

  El litoral de Anatolia es abrupto en el Mar Negro (antiguo Ponto Euxino), al igual que en el Egeo y el Mediterráneo. La costa póntica es articulada y no tiene buenos puertos, se extiende desde Batum, en el este, hasta el cabo Guru en el oeste. Al norte, frente a Europa, está el pequeño Mar de Mármara, que se comunica con el Mar Negro por el estrecho del Bósforo y con el Mar Egeo, mediante el estrecho de los Dardanelos. La costa Egea es muy abrupta, mientras que la Mediterránea es más abierta surcada por numerosos golfos y bahías, así como una serie de islas que discurren paralelas a la costa.

La red hidrográfica tiene un régimen torrencial, en sus numerosas montañas se encajan ríos angostos. Los mas importantes son: El Yesil (denominado Iris en los textos clásicos, El Kizil Irmak (el Marrassantiya de los textos hititas y el clásico Halys), que circunda la Tierra de Hatti, que nace en Armenia y desemboca en el Mar Negro, y el Sakariya. Hacia el oeste están el Gendiz (denominado Hermus) y el Buyuk Menderes (el Meandro), en el Mediterráneo mueren el Seyhan (río Sarus), el Ceyhan (río Pyramus), el Gökso (río Calycadnus) y el Orontes (río Asi). No podemos olvidar los dos grandes ríos de la Antigüedad: el Eúfrates y el Tigris( identificado con la acción de blandir el arco en el momento que se arroja la flecha, en una alusión a la velocidad de sus aguas, es el Idiglat, asirio, el Hiddejet, de la Biblia, el Arveno Rud, persa y el Diglito de Plinio). Junto a los ríos existe una serie de lagos de gran importancia, entre ellos el Lago Van (3.690 m2.), lago Tuz (conocido en la Antigüedad como lago Salado), el Aksehir, Aci, y Burdur, entre otros.

El clima, como hemos aludido anteriormente, viene mediatizado por su orografía, es seco y extremado en el interior, con lluvias invernales, y nieva abundantemente en las montañas del este. A nivel general los vientos del O. llevan lluvias, pero estas tropiezas con las montañas, por lo cual aparecen muchas zonas situadas a la "sombra de la lluvia". Las lluvias caen en los meses de invierno, excepto en la costa de Turquía y en el Mar Caspio . La época seca es desde el mes de Junio a Septiembre. La temperatura, se comporta, en general, ascendiendo según nos dirigimos al sur, y descendiendo con la altitud. Existe una considerable diferencia entre las temperaturas de invierno y verano, en la costa la diferencia es de unos 15º, mientras que en las montañas es mayor, unos 25º.

Descripción del entorno: Características geomorfologías y ecosistema

Hace unos doscientos millones de años, las dos antiguas masas continentales de Gondwana y Laurasia comenzaron a romperse, entre ellas se encontraba el Mar de Tetis con gruesas capas de sedimentos marinos. Cuando los continentes colisionaron, se dividieron en varias plataformas costeras de menor tamaño, cuyos movimientos van  a configurar los rasgos geográficos de la zona de Oriente Medio en general, y de Asia Menor, en particular, generando su estructura geomorfológica, la plataforma árabe se desplaza bajo la iraní, que desciende formando el Golfo Pérsico, y  las tierras bajas de Mesopotamia, por la cual van a avanzar los ríos Eúfrates y Tigris. En ese mismo momento se eleva la cordillera del Zagros al NE. de Mesopotamia. Las montañas del Tauro se forman de una forma similar, cuando la plataforma africana se desplaza bajo la turca.

Los bordes precisos de la plataforma son inciertos pero la interacción entre ellos ha generado numerosos puntos de debilidad estructural donde son corrientes los terremotos y los volcanes, que dieron lugar a grandes zonas de rocas de origen volcánico, como el basalto y la obsidiana (cristal volcánico). Sin embargo, la mayor parte de las rocas de Oriente Próximo y Medio son sedimentarias, formadas bajo el mar, piezas calizas o roca erosionada redepositada como areniscas o sedimentos arcillosos. Consecuencia de esta actividad son los depósitos de rocas ígneas, con valiosos minerales, que aparecen en las montañas de Turquía e Irán, y que se caracterizan por su fácil acceso.

Una de las consecuencias de este proceso geológico modificado por la acción del agua, es el modelado del paisaje. Al norte de Turquía, las mesetas están rodeadas por cadenas montañosas que se elevan a unos 2000 m. sobre el nivel del mar. El Ponto y el Taurus delimitan una meseta que se va elevando paulatinamente desde los 500 m. en dirección Este-Oeste. En Turquía Oriental se funden las dos cordilleras más importantes: Elburz, al norte que se extiende a lo largo de la orilla sur del Mar Caspio, y los Zagros, con dirección NO. al SE., separando la meseta iraní de las tierras bajas de Mesopotamia.

En estas montañas se llega a altitudes de 4000 m. y sus picos más altos son volcanes apagados, entre ellos esta el monte Ararat (5125 m), el Monte Savalan (4810 m.), el Kuh-i Taftan (4040 m.) en la frontera paquistaní y el más alto de todos, el monte Demavad (5605 m.), en la cordillera de Elburz al N. de Irán (Mapa 5).
La mayoría de los mares que delimitan Oriente Próximo descendieron, en el caso del Golfo Pérsico hay que indicar que era menos profundo, por lo que los ríos del Taurus y los Zagros llegan al mar mucho antes que en el pasado. El nivel del mar se elevó rápidamente, a veces mas de un metro por siglo, y llegó a su nivel actual hacia el 4000 a.C.

En los últimos 10.000 años el clima y la vegetación han sido semejantes en esta región, diferenciando tres zonas básicas:

La zona montañosa, donde crecían coníferas y árboles de hoja caduca, donde se mezclaban robles, pinos, cedros y enebros, sus inviernos eran húmedos y fríos y los veranos calurosos.

 

 

 

 

 

 

Bosque anatolíco

Montes Zagros

A lo largo de la costa mediterránea y en las estribaciones del Taurus y los Zagros, los inviernos eran suaves y húmedos y los veranos secos y calurosos, la vegetación era de bosque mediterráneo poco espeso, de robles, pinos y terebintos, con hierbas entre las que aparecen variedades silvestres de las plantas posteriormente domesticadas, la cebada y el trigo.

Existe una zona esteparia en la margen E. y O.  De las estribaciones de las montañas y las mesetas de Irán y Turquía, donde los inviernos eran suaves y secos, y los veranos con altas temperaturas. Esta situación térmica deriva en pastizales poco densos, casi sin arbolado.

Meseta iraní

Los limites de estas tres zonas se han ido desplazando causando pequeños cambios en el clima. La causa principal de la degradación del ecosistema en los  últimos 10.000 años se centra en la intervención humana, la abusiva explotación de los pastos, la deforestación y la modificación de los cursos naturales de agua.

Abundancia de agua, riqueza en fauna marítima y acuática (tanto fauna como flora), procedente del mar, lagos y ríos; unida a la riqueza en animales: manadas de gacelas, gamos, asnos y ganado salvaje que pululaba por las estepas; ciervos, ovejas y cabras en las montañas y  jabalíes en las zonas húmedas constituyen la parte de la riqueza de este sistema ecológico. Si olvidar los pequeños mamíferos y sus depredadores. Existiendo dos notables ausencias: el camello y el caballo, que desaparecen durante el periodo Glacial y no retornan hasta el III Milenio.

 

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