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LOS ASIRIOS

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA:

Norte de Irak, noroeste de Irán, sureste de Turquía y Noreste de Siria

TERRITORIO

El núcleo de Asiria se localiza entre el bajo Zab y el río Tigris.

LENGUAJE:

Asirio, escrito con caracteres cuneiformes

 

UNAS NOTAS BÁSICAS.

La cultura europea, en general, hunde sus raíces en la tradición judeo-cristiana, por lo cual hemos heredado muchos mitos, complejos, supersticiones y tópicos de esta amalgama de relatos que conforman nuestra identidad cultural.

El conocimiento del mosaico de pueblos que constituyeron Oriente Próximo y Medio ha llegado a nosotros por el texto fundamental de la tradición judeo-cristina: La Biblia. En ella se encontraron las primeras pistas para iniciar la búsqueda de enclaves que muchas veces rozaban la leyenda. Las ciudades sumerias, los gobernantes egipcios, Babilonia, los persas, los filisteos, amoritas, hititas y un millar de nombres que poco a poco gracias a la investigación han ido ocupando su lugar en el tiempo y en el espacio del mundo antiguo.

Entre los pueblos más injustamente tratados, destaca uno. La crueldad es su seña de identidad, junto a los apaches, que se ocultaban tras la frontera de México,  los temibles mongoles o los vándalos existe una civilización que destaca en el sector de los malos de la película.

Todos sabemos, de primera mano, que el rey de Asiria, era cruel, que su esposa, la pobre Esther, en último extremo, en un acto de valentía supremo, toma la decisión de salvar a su pueblo, injustamente acusado por un calumniador, afirmación que no deja en buen lugar la inteligencia del gobernante.

No crean que nuestra heroína luchó contra hordas de asirios armados hasta los dientes, ni recorrió intrincados laberintos, batiéndose con fieras mitológicas, simplemente entra en la sala de audiencias del palacio, para decirle al rey lo injusta que es la ley que ha promulgado en contra de los judíos.

Imagínense si eran perversos, que la pena de muerte caía sobre el que interrumpiera un consejo real, tanto si era un noble de alto grado o la esposa principal del rey.

Añadiendo más leña al fuego de su maldad, los judíos no estaban en su tierra, habían sido deportados, siguiendo la política habitual asiria.  Nadie tiene la consideración de decirnos, que estos judíos, rehenes de ricas familias, progresaron adecuadamente, hasta amasar grandes fortunas en Assur, y cuando recobraron su libertad, precisamente, no se fueron cantando, felices y contentos a Judea, muchos formaban parte de la clase alta del mundo asirio.

Lamassu procedente de Nínive. Museo Brítanico

Este sección quiere poner en su lugar a un pueblo, ni mas ni menos cruel en el arte de la supervivencia, que cualquiera de sus vecinos. Protagonistas de una dilatada historia temporal y espacial. Después de leer  algunas notas sobre la  cultura asiria, podremos conocerlos un poco más. Tal vez no se conviertan en sus chicos favoritos, o sean los primeros de las listas del ranking de la antigüedad, pero les aseguro que les conocerán un poco mejor. Se darán cuenta que no son ni los mejores ni los peores entre muchos, y, si los miran con buenos ojos, borrando temporalmente la imagen sanguinaria que le ha hecho famosos (¡ que todo no era cenar a la luz de la luna entre las cabezas cortadas de sus enemigos!), podremos ser un poco justos, históricamente, con estas gentes que comenzaron a escalar la primacía desde sus tiendas nómadas y construyeron palacios sin rival.

Se protegieron  por lamassu de firmes extremidades, rostros barbados impenetrables de ligeras alas y genios que nos contemplan desde las salas de los museos. Grandes soldados tanto en la táctica militar como en la estrategia de la caza, retratando con delicadeza la agonía de una leona herida. Comerciantes que a lomos de caravanas de asnos recorrían miles de kilómetros desde el actual Afganistán hasta los confines de Asia Menor.

Un pueblo que une la visión comercial de Assur y la apacible vida agrícola de Nínive para formar un Imperio, que duerme unos siglos sustituido por el cenit de Hatti . Sin embargo surge de las cenizas de la mayor crisis de la época antigua, el final de la edad de bronce, más conocida por los pequeños problemas con los denominados "pueblos del mar". Los neoasirios se transforman el los señores de Oriente. La tierra de Hatti, su gran enemigo no puede superar la situación desplomándose después de la destrucción de Hatussas. Los orgullosos aqueos de nombres míticos y ciudades de leyenda como la Micenas de Agamenon, la Esparta de Helena y Menelao, la Pylos de Nestor son ruinas. Y el gran reino egipcio, no levantará cabeza, aunque Ramsés III logre contener a los enemigos después de duros enfrentamientos en delta del Nilo. Como aparecieron, como se desarrollaron y como desaparecieron es un apasionante relato que poco a poco se irá desvelando en  siguientes artículos.

 

 

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