Entre los pueblos más
injustamente tratados, destaca uno. La crueldad es su
seña de identidad, junto a los apaches, que se ocultaban
tras la frontera de México, los temibles mongoles
o los vándalos existe una civilización que destaca en el
sector de los malos de la película.
Todos sabemos, de primera
mano, que el rey de Asiria, era cruel, que su esposa, la
pobre Esther, en último extremo, en un acto de valentía
supremo, toma la decisión de salvar a su pueblo,
injustamente acusado por un calumniador, afirmación que
no deja en buen lugar la inteligencia del gobernante |