Afrodisias es una cuidad que está situada en una meseta de 600 metros de altura, donde
estaba el pueblo Geyre hasta 1970.
El yacimiento es visitable con un área
compuesta de dos
museos, uno al aire libre, donde están el teatro, el ágora, el
templo de Afrodita, el baño romano, el odeón, el estadio y el Tetrapilón.
En el museo cubierto, están las estatuas
y algunos objetos que fueron hallados en las excavaciones.
El estadio, es el mayor y mejor conservado de Anatolia, por lo tanto es la
obra más destacada. El pequeño odeón, es una belleza. El Tetrapilón que
fue restaurado y reconstruido, es uno de los monumentos más originales y
bonitos de Turquía.
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Situación de Afrodisias |
La ciudad fue descubierta por el
viajero Charles Texier, en el año 1835.
En el año 1904, Paul Gaudin, un ingeniero de ferrocarriles, arqueólogo y
coleccionista francés realizó dos excavaciones.
En 1937, los italianos trabajan en la zona.

Túmulo de Kenan Erim |
Entre los años 1956 y 1970, el pueblo de Geyre
se trasladó fuera del área de
excavación porque estaba sobre el teatro de la época romana. Además,
en la misma colina, fueron hallados algunos materiales perteneciente a la
etapa de ocupación neolítica.
En el año 1961, el arqueólogo turco Kenan Erim, de la universidad
Metropolitana de Nueva York empieza las excavaciones que continuó hasta el
año 1990, en que muere. Realiza un excelente trabajo y gracias a él, Afrodisias se convierte en uno de los
grandes yacimientos de Turquía.
Como consecuencia, el gobierno turco permite,
mediante una ley especial, que se
le entierre en el área del yacimiento. El sepulcro de Kenan Erim está al
lado del Tetrapilón. |
HISTORIA DEL YACIMIENTO
Afrodisias está considerada en las fuentes
clásicas como una de las ciudades de Caria,
aunque no pertenezca exactamente a ellas. El historiador Bizantino, Stefano (s. VI d. C.) en su catalogo de las ciudades, indica que el nombre
de esta ciudad es Ninoé, que procede de Ninos, dios del amor y la guerra
entre los asirios y babilonios. Se supone que el nombre Ninoé es
sustituido por el de una diosa equivalente a Afrodita en el siglo II a.
C., hacia finales del periodo helenístico. El comienzo del culto en Afrodisias sigue siendo una incógnita por falta
de datos. Llama mucho la atención la identificación y la simultaneidad que
existe entre el culto a Afrodita y otras diosas de la naturaleza
adoradas en Anatolia como la diosa-madre, Cibeles o la
Artemisa de Éfeso.
Las excavaciones han sacado a la luz la
evidencia de una ocupación desde tiempos neolíticos y calcolíticos en la colina donde está el teatro y
en la posible acrópolis, que se configuran como la zona ocupada más
antigua.
Las causas de la elección del
emplazamiento son, seguramente, la proximidad al
río Meandros que convierte el terreno en fértil y el culto a la diosa se
vincula a esa fertilidad. Hoy
en día, sigue siendo una zona rica y sus campesinos se ganan la vida,
sobre todo con el cultivo de tabaco y olivos.
Los hallazgos prehistóricos revelan contactos de Afrodisias con
otras ciudades contemporáneas, como Hacilar, Kumtepe, Beycesultan y Troya.
Numerosos pequeños "ídolos" de piedra, descubiertos en diversos estratos,
pueden ser señales de la existencia en este enclave de un culto a la
divinidad desde aquellas épocas. |

Cerámica procedente de Hacilar, 5500 – 3000 a.C. Calcolítico |
Eneas, el fundador mitológico de Roma, héroe originario de Troya,
hijo de Afrodita y un humano, Anquises. En Roma se veía a Eneas como
hijo de Venus, divinidad romana que se identificó con la diosa griega. Se afianzó la idea que enarbolaban los romanos pretendiendo
ser descendientes de Afrodita. Esta relación estableció una predilección
por parte de
los romanos hacia la ciudad de Afrodita en Caria, Asia Menor. El
historiador Apiano (s. II d. C.) nos informa que Sila,
según las instrucciones del oráculo de Delfos, envió una doble hacha y una
corona de oro a la ciudad ya en el año 82 a. C.
Los hallazgos arqueológicos no son suficientes para explicar bien los
periodos arcaico y clásico (s. VII - IV a. C.), pero lo que sí es seguro,
es que hubo un lento progreso del culto de la diosa local en el área del
templo y en las cercanías de la Acrópolis.
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